La fístula obstétrica es una lesión traumática del parto. Es un orificio entre el canal del parto y la vejiga que provoca incontinencia urinaria, o un orificio entre el canal del parto y el recto que origina falta de control sobre las heces. 

Cuáles son las causas 

La formación de una fístula obstétrica se relaciona directamente con una de las causas principales de mortalidad materna: el parto obstruido. La presión continuada de la cabeza del bebé contra la pelvis de la madre interrumpe el flujo sanguíneo, lo que ocasiona que el tejido se necrose y se perfore. El orificio que queda y comunica la vagina con otro órgano (vejiga, recto, uretra) se denomina fístula

La fístula obstétrica es la causa del 8% de las muertes maternas en el mundo; además, el 90% de los casos termina en la muerte del niño antes de nacer.

A quién afecta y dónde tiene lugar 

Se estima que 500.000 mujeres y niñas en más de 55 países en África subsahariana, Asia y el Pacífico, los Estados Árabes y América Latina y el Caribe viven con fístula y que cada año tienen lugar miles de casos más.

Existen distintos tipos de fístula obstétrica.

Aunque el tipo más común consiste en un orificio entre el canal del parto y la vejiga (llamada fístula vesicovaginal), otros tipos son:

  • Fístula rectovaginal: Orificio entre el canal del parto y el recto
  • Fístula uretrovaginal: Orificio entre el canal del parto y la uretra (que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo)
  • Fístula vesicouterina: Orificio entre la vejiga y el útero

Produce serias consecuencias físicas, sociales y psicológicas. La vida de las mujeres que presentan esta enfermedad se caracteriza por afectación física y emocional.

Esta enfermedad puede desencadenar infecciones, patología renal, úlceras dolorosas, infertilidad y la muerte. El olor de las continuas pérdidas de orina y/o de materia fecal aísla a las mujeres. Pueden presentar depresión y pensamientos suicidas y otros problemas de salud mental. Son privadas de oportunidades de empleo, con el consecuente estado de pobreza y vulnerabilidad.

A pesar de que la enfermedad no distingue edades, las niñas son particularmente vulnerables porque, en varias ocaciones, su cuerpo no está desarrollado en su totalidad para el parto vaginal. En todo el mundo, las complicaciones derivadas del embarazo y parto son la causa principal de muerte en niñas de entre 15 y 19 años.

Las fístulas obstétricas prácticamente han desaparecido en los países desarrollados, ya que cuentan con sistemas de atención médica de calidad y con profesionales calificados que pueden practicar cesáreas en todos los establecimientos de salud que cuentan con quirófanos equipados para realizarlas.

Hasta un 95 por ciento de las fístulas puede repararse mediante cirugía si son tratadas oportunamente.

Abordar los factores sociales que contribuyen a las fístulas, como los matrimonios, uniones y embarazos infantiles o precoces, la educación de las niñas, la pobreza y la falta de empoderamiento de las mujeres, es también parte del plan de acción de la Campaña para Erradicar la Fístula Obstétrica.

Se estima que dos millones de mujeres en África Subsahariana, Asia, la región árabe, América Latina y el Caribe viven con esta lesión, y que cada año se producen entre 50.000 y 100.000 casos más. 

La prevención y el tratamiento de las fístulas obstétricas contribuyen a cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, que consistente en mejorar la salud, entre ellas la materna.